La tercera instalación artística es Awana Tejido, dedicada a las tensiones que las tamya añanku ejecutan cuando tejen sus cuerpos como refugios. Se centra en expresiones corporales invertebradas en relación a la lluvia, inspiradas por el concepto de awana. Awana significa tejer en kichwa. El pueblo de Sarayaku emplea el término “tejer” para referirse a la producción artesanal tanto de la mukawa como de la ashanga. La ashanga es una canasta hecha de tiamshi, una liana en forma espiral cuyo nombre se relaciona con el concepto tiam – un giro radical.
Awana Tejido es una instalación interactiva que utiliza una canasta tejida por Santiago de Sarayaku, la cual he intervenido con hilos de conducción eléctrica. De esta manera, al presionar o manipular la forma de la cesta, se modifican sonidos y alteran visualizaciones de las hormigas refugiándose de la lluvia. Un refugio tejido por los cuerpos de las hormigas está en una palmera en descomposición en Shiwakucha. Otro refugio está oculto en el interior de un árbol caído: suspendidas en el interior del árbol, las hormigas cambian de forma a lo largo de seis días, mientras que por debajo en el suelo, se comienza a formar un riachuelo por las lluvias intensas. Las formas que tamya añanku crean con sus cuerpos van más allá de validaciones científicas, desafían la gravedad y cualquier clasificación geométrica. Sus ritmos se entrelazan con las fuerzas de la lluvia. Sus flujos turbulentos, giros radicales, tensiones e intimidades táctiles, metabolismos y oscilaciones, entran en sintonía con la cultura de Sarayaku: una ontología de prácticas territoriales y habilidades sensoriales, entendidas como tal a través de una soberanía biocéntrica que crea tejidos con la selva.
Esta instalación es un homenaje a las prácticas de tejido comunitario de Sarayaku. Me inspiré esencialmente en las observaciones que Franco e Hilda, dos importantes líderes de Sarayaku, compartieron conmigo. Ellos hablan del tejido social comunitario, el cual he tomado como inspiración para describir las expresiones invertebradas de tamya añanku tejiéndose con la selva amazónica. En base a awana, el tejido comunitario incluye a las hormigas como comunidades, y no como colonias. A través de awana, giros radicales (tiam), y ritmos entrelazados (taki), se facilita una comprensión única de una ontología amazónica que crea relaciones territoriales con los seres de la tierra.
Este retrato de tamya añanku tejiendo refugios en la lluvia a lo largo y ancho de la selva viviente (Kawsak Sacha), en una tierra buena y sin maldad (Sumak Allpa), demuestra la indivisible relación que existe entre estas hormigas, la lluvia, y el territorio.
Kawsak Sacha es un proyecto de vida que Sarayaku empezó en el 2018 para proteger su territorio amazónico, para más información haga clic aquí.