Módulo de instalación inspirado en el concepto taki de Sarayaku, utilizando síncopa como método acústico. Se combinan procesos acústicos con interferencias láser, hilos de conducción eléctrica, y vasijas de barro con agua
En la lengua kichwa de Sarayaku, taki significa ritmo o canción. Takina significa entonar. Partiendo de esto, taki se convierte en un concepto para entender una territorialidad local, un concepto caracterizado por relaciones de ritmos entrelazados. Guiado por este concepto de taki, trabajo con las interferencias acústicas que las hormigas de la lluvia crean con sus movimientos.
Esta instalación funciona con hilos de conducción eléctrica que suben y bajan al ritmo de datos recabados con interferencias láser registradas en Sarayaku. Durante el trabajo de campo utilicé rayos láser que atravesaban las migraciones y corridas realizadas por las hormigas de la lluvia. Las hormigas cruzaban los haces láser interrumpiéndolos y produciendo variaciones de resistencia eléctrica, las cuales fueron registradas por fotoceldas conectadas a una Raspberry Pi portátil que ejecutaba un código python. En la instalación, varios hilos de conducción eléctrica eran movidos por servomotores conectados a un controlador midi y al programa Sonic Pi. Los datos utilizados por los servomotores provienen de las interferencias láser creadas por las hormigas en Sarayaku. Estos datos accionan los motores para jalar y soltar los hilos sobre agua en tres vasijas de barro (mukawa, un cuenco típico en Sarayaku utilizado exclusivamente para beber chicha). Este mecanismo crea perturbaciones rítmicas o síncopa: tambores, cantos, canciones de flauta y sonidos de hormigas se tocan fuera de compás.
Cada vez que los hilos entran en contacto con el agua, los sonidos se activan a diferentes tiempos o se interrumpen. El ritmo de los hilos subiendo y bajando está dirigido por las interferencias láser generadas por las hormigas de la lluvia en Sarayaku, y la documentación de todo este proceso se muestra en dos monitores.
El tejido social de tamya añanku se entrelaza con ritmos de interferencia de lluvia, y las formas de agua que la lluvia genera en la selva. Este es el taki de tamya añanku: una evaluación diferente de sus tejidos en movimiento inspirada en los flujos rítmicos del saber indígena de Sarayaku.
Operaciones:
amplificación interferencia síncopa
Materiales:
2 canales de vídeo, 3 canales de audio, 3 vasijas de barro de Sarayaku (mukawa), 3 zócalos de madera hechos a medida, 6 servomotores, hilos de conducción eléctrica, 1 controlador midi para conductividad táctil
Mukawa
Las mukawa de mi instalación son vasijas que el pueblo de Sarayaku utiliza a diario para beber chicha, aswa en kichwa, una bebida fermentada a base de la saliva de las mujeres masticando yuca y reposada en agua del bosque. Utilicé tres vasijas mukawa muy especiales que fueron hechas a mano por Clemencia de Sarayaku: una de ellas representa a tamya añanku volviendo a su madre en el refugio tejido; la segunda muestra a tamya añanku envolviendo a una araña; la tercera muestra a los escarabajos que viven con ellas, e incluye a una hormiga mayor, ‘apatinka’, quién vigila y caza a un murciélago. Clemencia dibujó las hormigas de la lluvia en los lados de la mukawa corriendo en espiral, llevando presas y larvas de hormiga de vuelta a su refugio. La visión de Clemencia es un emblema de tiam y taki (giros radicales y ritmos entrelazados) dando vida a los movimientos circulares y oscilatorios de este mundo amazónico.
Interferencias láser
Los ritmos entrelazados de tamya añanku se visualizaron y hicieron audibles mediante técnicas de amplificación e interferencia. Se desplegó un artefacto de interferencia de fabricación propia basado en rayos láser y fotoceldas para crear barreras de “luz”. Esto me permitió registrar interferencias provocadas por los cuerpos invertebrados de las hormigas. Estas interferencias creaban patrones visuales difractantes. La matriz láser-fotocelda estaba conectada a un microordenador portátil Raspberry Pi mediante un código Python muy básico que programé para registrar los cambios de resistencia eléctrica en la incidencia de luz. Almacenados como valores numéricos, estos datos fueron utilizados en el procesamiento de sonido para generar síncopas y desarrollar una estética de ritmo guiada por el concepto taki: una instrumentalización de sonidos de hormigas que se opone a definiciones occidentales de harmonía.
Las hormigas de la lluvia no dependen de su vista para navegar, sino de señales químicas. Sus diminutos ojos no pueden procesar señales visuales. La intensidad y la potencia de los rayos láser que apliqué en mi trabajo de campo fueron inofensivos para sus ojos compuestos: láser verde (longitud de onda de 533 nm), láser rojo (longitud de onda de 650 nm) y láser violeta (longitud de onda de 405 nm).
Montaje con hilos de conducción eléctrica
Los hilos, conectados a servomotores y a un controlador midi conductividad táctil, se enrollan y desenrollan sobre tres mukawas llenas de agua.
Cada vez que los hilos tocan el agua, los sonidos se activan o interrumpen en Sonic Pi: un programa de codificación en directo que modifica los parámetros de sonido (ataque, decaimiento, sostenimiento, desvanecimiento). El ritmo con el cual los hilos son tirados por los motores es dirigido por los datos de interferencia láser creado por las hormigas en Sarayaku.
Experimentos con visión por computadora y procesos acústicos
Imágenes superior y del centro: Programa MaxJitter que utiliza bibliotecas de visión por ordenador para la detección de movimiento y color; el primer vídeo muestra una secuencia de interferencias láser creadas por las hormigas, la imagen del centro muestra una captura de pantalla del programa.
Imagen inferior: Programa SonicPi de libre acceso para composición electroacústica; el código se ejecuta en vivo durante la exposición, utilizando datos de las interferencias generadas por las hormigas de la lluvia cruzando los láseres en Sarayaku.